Por : Cesar Maldonado Rivera
En este momento recuerdo a mi Mamita con mucho amor y con los buenos recuerdos que pudimos disfrutar juntos, como hijo, me regaló la vida y muchísimo amor en el tiempo que estuvimos juntos de paso por este mundo.
En mi infancia, me acuerdo de los muchos viajes que hacíamos en familia desde Toquepala a Moquegua, Tacna, Ilo, Arequipa, Lima y casi siempre lo disfrutábamos en familia y con nuestros familiares en los sitios donde íbamos.
Después me fui a trabajar a Toquepala y Cuajone y Denny Luz siempre estaba yendo a ver a su hijito para ver que estuviese bien.
Luego cuando me casé con Naldita, Ella fue a Cuajone para conocer a sus nietos recién nacidos y tuvimos innumerables viajes con mi Papá y con mi Mamá, pero por el tiempo muchísimos más viajes con mi Mamita, nos íbamos a los santuarios de Chapi y de Locumba casi todos los años, también siempre que nos íbamos a la playa la llevamos porque sabíamos que lo disfrutaba mucho, cabe mencionar Ilo, su preferida, Mollendo, Camaná y Quilca, nunca dejó de bañarse a pesar de su edad. Nos fuimos a varios destinos diferentes como Cusco, Lima, Tacna entre otros y muy frecuentemente a Moquegua, le encantaba ir a visitar a sus hermanitas que ahora ya están juntas en el cielo y a comerse un riquísimo cuy.
También quiero recordar las interminables tertulias en mi casa, ya que también le gustaba ir a pasar los fines de semana con nosotros, como buenos moqueguanos, nos preparábamos platos de nuestra tierra como sopa de pan en Semana Santa, Patasca, Estofado de cordero con peras, sancochado entre los muchos buenos potajes que se comen allá.
Debo mencionar también que desde los meses de setiembre ya estaba pensando en la Navidad y pasamos con ella muchas navidades juntos con
mucha felicidad, Denny Luz le ponía mucho entusiasmo a esta fiesta en especial y era muy generosa con los regalos, aunque a veces no se podía regalar a todos, esta Navidad la íbamos a pasar con Ella, pero nuestro Señor quiso que la pase con El y con mi Papito.
Muchas gracias, Amadísima Madrecita por todo lo que me diste, nunca voy a poder enterrar estos recuerdos y Dios mediante nos encontraremos en algún momento para ya no separarnos jamás, un fuerte abrazo hasta el cielo.
Por : Aldo Badoino Rivera
"Despedida a mi querida tía Denny
Hoy el cielo está de fiesta, porque se han vuelto a reunir las hermanitas Rivera. Siempre juntas, como siempre quisieron.
Nadie está preparado para decirle adiós a una madre… Quédate un poco más, tía. Pero quedarse con los recuerdos y las anécdotas nos alegra el alma, porque en ellos encontramos tu ejemplo y tus enseñanzas.
Hoy se baila el polvorete con Juancito, porque el baile —como tú decías— abre el apetito para el molinito.
Viví contigo dos años, mi querida tía. Fueron tiempos de adolescencia difícil, pero tú siempre inculcaste cariño, alegría y un gran apetito en este “lindo adoptado”, como me decías con tanto amor.
Recuerdo tus desayunos con el famoso rayado de zanahoria con naranja, tu churrasco “para que no te vayas triste”, y mi pasión por la fruta que mis primos no miraban dos veces. En las madrugadas, en silencio, tus tostadas de mantequilla al horno y esa puerta vaivén que nunca arreglaron —nuestra alarma familiar, jajajaja.
Tantas vivencias, siempre en familia. Me hiciste creyente, y en Dios confío para que te reciba con los brazos abiertos.
Siempre estarás en nuestros corazones, porque tu casa, aunque no fuera de “cinco estrellas”, como decías riendo, siempre fue un hogar lleno de amor y de un corazón inmenso.
Hoy te veo partir, pero honrarte no es solo recordarte: es seguir construyendo el camino que ustedes nos forjaron.
Porque una madre nunca se va: se queda en la forma de vivir, de amar y de seguir adelante.
Te quiero con el alma, Denny Luz.
Descansa en paz. 🌷







.jpg)


















































